En marzo de 2006 terminé mi primera sustitución como interino. El profesor al que suplí, que llevaba muchos años de servicio, se reincorporó a su plaza y me llamó para que fuera a verlo porque quería conocerme. Me animó a aceptar la invitación diciéndome que me tenía que decir “algo importante” de la oposición.

¡Guau! Cuando faltan tres meses para la oposición y un veterano con mucho aplomo te dice algo así, el pensamiento mágico se dispara. Cruce toda la ciudad de Guadalajara, la alcarreña, no la mexicana, haciendo todo tipo de cábalas sobre ese secreto que se me iba a desvelar.

• ¡Luis, tienes que estudiar mucho!

Casi una hora andando para un consejo que todo opositor sabe. Hoy, más de una década después, voy a ser yo el que dé consejos no pedidos a los colegas que están en una situación similar. Para tan presuntuosa misión he pedido ayuda a otros tres amigos y compañeros que también fueron interinos y hoy tienen su plaza.

Decálogo

1. No dejes flecos sueltos, de nada sirve ser el mejor en el tema si luego dejas una práctica en blanco o en la programación tienes una referencia legislativa errónea. El primer consejo es buscar el equilibrio e intenta evitar los vacíos y las lagunas. Si nunca has trabajado es normal que te centres más en los contenidos de la primera prueba, pero recuerda que la oposición es un todo y no puedes olvidar la parte didáctica o el concurso.
2. Los temas son muchos y muy diversos, se puede ir a por todos pero hay que ser realista, valen más treinta bien que setenta mal, por eso la selección de los temas es necesaria. Para seleccionar los temas a estudiar yo seguiría cuatro pasos:
   1. Agruparlos por contenidos. Además de los grandes grupos (geografía, historia, arte, actualidad) puedes hacer una más personal, recuerdo haber hechos subgrupos como estos: grupo del Islam (30, 31 y 32, imperio islámico, Al-Ándalus y el arte islámico) o grupo Tercer Mundo (68 y 74 descolonización y desequilibrios en el mundo globalizado). Cada grupo se estudiaría al completo para apoyar unos temas en otros y potenciar la interrelación de contenidos que te pueden servir para diferentes circunstancias.
   2. Elaborar los temas te requeriría mucho tiempo, quizás demasiado. Aunque sería lo mejor es preferible que dediques ese tiempo a la programación y a las unidades didácticas. Escoge un temario y no tengas miedo a darle un toque personal y modificar algo de los mismos. Una forma de enriquecer mucho un tema es incluir algo de otras materias como filosofía, literatura o simplemente algo de arte en uno de historia. Hay temas y temarios gratis que te pueden servir de base. Por ejemplo los del proyecto CLÍO o los dos de este preparador. Los temas tienen que ser abordables para un examen, no estudies un mamotreto que es imposible resumir en dos horas.
   3. Escoge los temas de tu especialidad y los que más te gusten. Por ejemplo, si eres una historiadora del arte debes ir con todos los temas de arte bien estudiados, si en el sorteo sale el tema 71 (Picasso, Miró y Dalí en su contexto artístico) tu especialización brillará entre la de otros opositores cuya formación es más geográfica o histórica.
   4. Después de “tus temas”, céntrate en los temas teóricos relacionados con posibles prácticas. Por ejemplo temas de geografía física y económica, los de arte y los de historia de España (quizás también los de contemporánea en general)
3. Ten un método de estudio, un método que reconozcas efectivo y no demasiado lento. Métodos hay muchos pero creo que debes hacer esquemas o mapas mentales de los temas en espacios muy reducidos para luego repasar rápidamente. Hay compañeros que usaron tres o cuatro fichas de archivador, yo seguí (a mi manera) los consejos del libro “Desarrolla una mente prodigiosa” de Ramón Campayo (Editorial EDAF 2004) y en una libreta de papel reciclado fui poniendo los esquemas, uno por hoja y por tema.
4. Debes ponerte a prueba y ensayar un tema por sorteo usando el mismo tiempo del examen. Otras veces puedes hacerlo en versión reducida y escribir sólo el índice inicial y la introducción. Los buenos principios animan y tener claras las líneas generales del tema a desarrollar puede ser una ayuda fundamental para el desarrollo posterior.
5. La calidad de tu expresión oral y escrita pueden ser más determinantes que tus conocimientos. No consideres tus habilidades inmutables, puedes y debes mejorarlas y para eso el ensayo es primordial.
6. En el examen vale más pecar de simple que de farragoso. Redacta de forma clara y con frases cortas. No hay que abusar de frases muy largas, distribuye las ideas en párrafos, pero siempre debes redactar y no hagas esquemas. Diferenciar, si es el caso, claramente las causas de las consecuencias, para esto es importante no adelantarse y al hablar de una causa no debes decir, por ejemplo, esto va a traer o debido a esta causa años después… Podemos divagar y perder el hilo principal. En algunos tribunales algunos exámenes se leen en alto y los profesores que escuchan pueden perder el hilo con más facilidad. En resumen, menos es más. Si no alcanzas un estilo ameno y narrativo quédate con la sencillez sin sacrificar los contenidos.
7. En la exposición oral, tanto de lo mismo. Claridad, ensayo, ensayo y ensayo frente a público, aunque sea tu abuela y no sepa de qué narices hablas. Bien memorizada la defensa, que fluya sola y si te da tiempo prepárate algunas unidades didácticas.
8. No estés sólo déjate ayudar por tus amigos y familiares. Las oposiciones de secundaria son muy duras y en las nuestras, las de Geografía e Historia, hay mucha competencia. Yo tuve mucha suerte, junto con dos amigos formamos un grupo de trabajo para preparar la oposición, elaborábamos un tema a la semana para compartir y también estuvimos un tiempo con un preparador muy bueno que nos llevaba a los tres. No todos tendréis esta suerte así que si elegís un preparador que sea bueno y por un tiempo limitado (no hay que eternizarse ni afiliarse a alguien porque eres tú el que tiene que aprobar) y si hacéis un grupo de trabajo con otros opositores sería recomendable que fuese gente con las que estéis cómodos y seguros.
9. Aléjate de la gente tóxica y de los rumores. Una situación típica del opositor es que cuando falta un mes para el examen recibas una llamada por teléfono de un “amigo” que te dice que la programación tiene que ir encuadernada en rosa o que el presidente de tu tribunal es un desgraciado que odia a todo el mundo y suspende por sistema. Por este tipo de cosas es importante estar bien informado, ser confiado, estar relajado y como dije en el consejo anterior acompañarse de buena gente.
10. En el examen debes estar relajado o por lo menos no debes estar como un flan. Meses de estudio se pueden ir al garete porque el corazón se te sale por la boca. Busca tu camino y encuéntralo, zen, meditación, o lo que hice yo, toma una pastilla. Si haces esto último asegúrate de que el medicamento te templa bien los nervios sin dormirte, busca ayuda profesional y pruébalo antes.

Hay otros muchos consejos, hacer una programación personal, programar un curso alto, una bonita presentación de la programación, utilizar la máxima extensión permitida en la programación, no llevar demasiados materiales para la unidad didáctica, recordar que la vida es mucho más que una oposición o pensar que nunca se sabe lo que va a ser mejor. Pero si tuviera que añadir otro consejo, sería simple y escueto, leer mucho, la cultura siempre te ayudará.