Estamos en la facultad, no es el instituto: por favor, dejemos de pensar en aquello de voy a coger apuntes, estudiar y aprobar. Estamos en una institución de saber e investigación. Aprovechad la oportunidad e id a ver cómo los especialistas muestran sus últimas investigaciones y las discuten con otros especialistas. Así surgen los textos que luego se estudiarán, así mostraréis en un futuro vuestras investigaciones. Es un aprendizaje directo de primera.
Salón de Actos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Madrid. Fuente: |
Apertura del congreso internacional “Las Caballerizas Reales y el mundo del caballo” Fuente: Diario de Córdoba |
Es evidente que si nadie te conoce no podrá contar contigo. En este sentido me gustaría hablar un poco de las tarjetas de visita. Podréis pensar que es algo propio del siglo XX, pero las tarjetas siguen siendo útiles. Es algo físico que la persona que lo recibe puede guardar. No es un correo más que se pierde, un número de teléfono grabado con un nombre que puedes olvidar en la memoria de tu teléfono. Reitero, es algo físico que ayudará a la memoria del que la recibe a recordarte.
Si dais una pequeña vuelta por Internet encontraréis empresas que a un bajo coste os podrán proporcionar tarjetas de visita que podréis diseñar vosotros mismos. Evitad las estridencias y, por otro lado, la excesiva simplicidad. Buscad un diseño adecuado. Pequeña inversión y grandes beneficios.
¿Y qué poner en el cargo? Como siempre sinceridad. Si sois estudiantes de Historia poned simplemente eso. Cuando yo estaba estudiando también trabajaba en una librería. Pues eso, estudiante en Historia y librero. En los datos personales no sólo teléfono o dirección, también perfiles profesionales que tengáis, por ejemplo, en LinkedIn o academia.edu. Muchos ya son los que también incluyen en su tarjeta un código QR con acceso a estos perfiles profesionales.
Debéis también entender que no hablo de un “buzoneo”. No es cuestión de ir repartiéndolas como si fuese publicidad del hipermercado del barrio. Una vez iniciada una conversación valorad si ése contacto os puede aportar algo en el campo profesional y ofrecedle la tarjeta. No es cuestión de ir presentándose a todo el mundo sin criterio. La naturalidad y sencillez son buenas compañeras de viajes.
Las conversaciones irán surgiendo de forma natural y distendida. No olvides tampoco la empatía. No es venderse cual producto de limpieza, es que te conozcan y conocer tú a la vez. Es compartir. Como decía hay descansos para comer o tomar un café y es ahí donde comentando el congreso se puede hacer esta labor de networking.
Salón de Actos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UAM.
Fuente:
|
Antes de asistir a un congreso debemos preparar nuestra asistencia al mismo para aprovechar al máximo. Investigad los anteriores trabajos de los ponentes, y preparad un pequeño dossier del tema del congreso. Así cuando os pongáis frente al conferenciante podréis extraer mucho más sobre el mismo. Al llegar a casa el trabajo no ha terminado. Hay que pasar las notas a limpio y guardar el dossier completo sobre el seminario/congreso.
Alguno pensará que en muchas ocasiones ya salen reseñas de los propios congresos, y que en muchos casos el congreso terminan convirtiéndose en libro y que, por lo tanto, no haría falta hacerlo. En el primer caso se trata de un resumen de otra persona, el tuyo puede aportar otros matices. En el caso del libro, en muchos casos el artículo del ponente poco tiene que ver con lo dicho en la conferencia. Es decir, que si unimos nuestras notas al artículo y a la reseña del congreso tendremos triplicada la riqueza de nuestra fuente.
Como oyentes, y por ahora, creo que es suficiente con que sigáis estos breves consejos.