Reseña del libro de Esteban Mira Caballos: “Francisco Pizarro. Una nueva visión de la conquista del Perú”. Barcelona, Crítica, 2018 (412 págs. ISBN: 978-8417067-66-3).
Esta obra sobre el conquistador trujillano Francisco Pizarro llena un vacío pues no existen biografías completas de este personaje.
A diferencia de lo que ocurre con otros conquistadores, como Hernán Cortés sobre el que se han publicado trabajos excelentes como los de José Luis Martínez, Hugh Thomas o Juan Miralles, el trujillano no cuenta con biografías completas y actuales. La mayoría de las que se han editado son verdaderas hagiografías propias de otros tiempos, como las de Raúl Porras Barrenechea y José Antonio del Busto, que remontan sus orígenes familiares nada menos que hasta los reyes godos o ven la mano de la providencia divina en sus actuaciones. Otros trabajos más recientes, como los de Lourdes Díaz Trechuelo, Roberto Barletta Villazán, Bernard Lavallé, o María del Carmen Martín Rubio, mantienen la heroización del personaje y además presentan un perfil divulgativo.
Pizarro fue el arquetipo de conquistador, un guerrero experimentado en la guerra indiana. Su capacidad estratégica era fruto de un proceso de acumulación de conocimientos que comenzaron en el Caribe y se continuaron en Panamá y el Perú. La combinación de estas experiencias le daba una superioridad sobre sus oponentes. El imperio inca era un estado bastante joven y muchos pueblos todavía guardaban un resentimiento contra los incas por haberles privado de su antigua independencia. En el fondo, la mayoría de los reyezuelos locales soñaban con recuperar su añorada libertad y solo aceptaron la sumisión por la política de terror desplegada por el estado incaico. El trujillano valoró adecuadamente esa baza que utilizó en su propio beneficio.