Visita a Munigua, la ‘secreta’ ciudad romana
- La Junta de Andalucía pondrá próximamente en marcha un plan que mejorará las comunicaciones, los accesos y la difusión de este lugar de la provincia de Sevilla
- La ciudad romana se encuentra entre la Sierra y la Vega del Guadalquivir
- https://www.lavanguardia.com/local/sevilla/20180730/451097766655/ruinas-munigua-secreto-andalucia-yacimiento-sevilla.html
La antigua ciudad romana de Munigua continúa su rehabilitación. Al norte de Villanueva del Río y Minas y cerca de Sierra Morena, en la provincia de Sevilla, se encuentra el yacimiento de una de las ciudades romanas más emblemáticas de las encontradas en la Península Ibérica: Municipium Flavium Muniguense, más conocida como Munigua.
El yacimiento ofrece dos tipos de paisaje: al norte, la sierra con abundante vegetación de olivos y dehesas; y al sur, la vega del Guadalquivir. La ciudad, fundada por los turdetanos, fue una de las mayores fuentes de cobre y hierro de la época en la que científicos alemanes trabajan para conocer este lugar, no solo la forma exterior de sus edificios, sino el funcionamiento de los mismos.
Investigaciones científicas durante décadas
Bajo el lema Munigua es el secreto mejor guardado de Andalucía, los investigadores tratan de conocer en profundidad la ciudad romana y la forma en la que funcionaban sus edificios. María del Camino Fuertes Santos, coordinadora de la Consejería de Cultura de la Junta, afirma a La Vanguardia que los alemanes “están excavando” en las ruinas de Munigua y que llevan “muchos años” investigando para dar a conocer la ciudad romana.
Thomas Schattner, director científico del Instituto Arqueológico Alemán en Madrid y de las investigaciones realizadas en Munigua, destaca que en 2016 se cumplieron 60 años desde que comenzaron a excavar. Durante ese tiempo, asegura que “se han hecho programas en profundidad y detallados” para poner en valor el “conocimiento” de la ciudad. “Hacemos las investigaciones científicas pertinentes desde hace más de 60 años gracias a la administración”, declara.
La intención de la rehabilitación de Munigua es convertir la ciudad romana en un punto de referencia de las visitas turísticas y educativasen Sevilla. El yacimiento se encontraba en un lugar concreto de Sierra Morena para la explotación de las minas de hierro y cobre que ya eran explotadas anteriormente a la época romana. “Es una joya que nadie conoce”, presume Schattner.
El director afirma que “el visitante verá las ruinas por un lado, perfectamente conservadas, gracias a las labores de restauración; y verá la naturaleza espléndida original de la ciudad romana”.
“El visitante que llega no solamente puede ver un yacimiento bastante bien conservado, sino que cuando camina tiene realmente la sensación de estar realmente dentro de una calle mirando a los edificios”, añade el director. Para Schattner es una ventaja, debido a que “la misma naturaleza sigue intacta como en la época romana”.
“El acceso no es fácil”, aclara , “por lo que decimos que el acceso difícil es el guardián de Munigua, ya que estamos a 10 kilómetros del pueblo más cercano y hay que andar”. “La recompensa merece la pena, pero hay que sudar la camiseta para llegar”, finaliza Schattner.
Paneles explicativos para dar a conocer el yacimiento
En cuanto a las novedades en el yacimiento, Fuertes confirma que se están instalando distintos elementos para el turismo en el yacimiento: “se está haciendo didáctica del sitio y nuevos proyectos”. A su vez, próximamente se pondrá en marcha un plan que mejorará las comunicaciones, los accesos, el conocimiento y la difusión del yacimiento.
Recientemente se presentaron los paneles explicativos para el recorrido por todo el recinto monumental de la antigua ciudad romana. Los 14 paneles explicarán a los visitantes las características más importantes del monumento y darán a conocer su gran valor cultural. Colocados en zonas estratégicas y apoyados directamente sobre los suelos naturales, darán al turista información sobre los diferentes edificios y espacios.
Con esta intervención y con las que irán llegando con el paso del tiempo se espera convertir a Munigua en el motor para el desarrollo turístico y económico de Villanueva del Río y Minas.
Reconstrucción tridimensional de la ciudad
“Tenemos un grado de conocimiento profundo de la ciudad como para responder a varias preguntas”, afirma Schattner, quien añade: “Trabajamos en una reconstrucción tridimensional de la ciudad, no solo para tener una imagen de la ciudad, sino para conocer la funcionalidad de sus edificios: el templo, el foro… No solo queremos conocer el aspecto exterior de los edificios, sino que queremos saber cómo funcionaban, que es lo que estamos haciendo ahora mismo”.
Como ejemplo, el director cuenta que el templo está constituido por escaleras, que están investigando, ya que se mueven “hacia todas direcciones”. También destaca el proceso electoral en las ciudades romanas, que “se hacía todos los años”, por lo que investigan para conocer “cómo se realizaba el proceso”.
Los turdetanos, los fundadores de la ciudad
“Munigua es anterior a la época romana”, reconoce Schattner. “Fueron los turdetanos quienes fundadorn Munigua viviendo de las minas, que eran de cobre, y eran tan potentes que fueron la razón por la que el poblado esté donde está”, aclara.
Schattner afirma que a partir del año 70 surgió este auge en las ciudades, en las que se construyen sus propios foros, porque “son autónomas entre sí, cada una tenía sus impuestos, sus recaudaciones y gastos”. Cada ciudad era independiente, y si en una había problemas “tenía que vérselas ella misma”. Muchas de estas ciudades entraron “en turbulencias” en el siglo II.
Sobre la diferencia con otras ciudades romanas de la época, el director manifiesta que Munigua “está alejado 17 kilómetros del río Guadalquivir, mientras que otras ciudades están a la orilla del río”. La ciudad era probablemente la mayor productora de hierro de toda la Bética romana y fue el centro político, administrativo y religioso en la Vega del Guadalquivir.
Los elementos de la ciudad romana y su población
El Santuario o Castillo de Mulva, que se encuentra en la Colina Sagrada, es la construcción más emblemática y se considera que está dedicado al culto de Fortuna y Hércules. Debajo se encuentra un templete del tipo de podio, construido en una pequeña plaza, al que se considera que está dedicado a Mercurio . Este tipo de asentamientos son más propios de Italia que de la Península Ibérica. “Los edificios de la ciudad son los típicos romanos”, apunta Schattner.
La ciudad se caracteriza por no seguir un trazado octogonal, sino que mantiene la forma natural de la Colina Sagrada. Contaba con los elementos más típicos de la época: una basílica, termas, viviendas, murallas, un foro… La parte urbana de la ciudad estaba rodeada de murallas y en su interior albergaba dos necrópolis y un mausoleo, entre otros edificios. Históricamente, señala Schattner, en la ciudad se encuentran las primeras tumbas de musulmanes del siglo VIII: “Las más antiguas están en Munigua”, asegura. Sería más adelante, en el siglo XII, hasta donde llega la vida del municipio, en época almohade.
En cuanto a la población, Schattner confirma que el emperador Vesparsiano concedió a todos los ciudadanos el derecho latino, que equiparaba a todos los habitantes de Munigua con los de la península. “Todos acaban teniendo derechos”, asegura el director. “En época romana era mucho más radical que ahora. Si uno no tenía derechos no podía casarse, mudarse de casa, jurídicamente no era una persona… No había ningún tipo de derecho, y que se concediesen derechos a la población fue un gran salto”, añade.
La decadencia de Munigua y abandono
“El cobre se agota a mitad del siglo I y la ciudad entra en una crisis”, cuenta Schattner. El director, a su vez, destaca que Munigua “habría entrado en pobreza” si no hubiera sido por las minas de hierro, que fueron capaces de “sustituir las de cobre”. “Gracias al hierro la ciudad consigue salir adelante ”, determina.
La época dorada de la ciudad, según el director científico, “es la romana”. “Sin embargo, nos damos cuenta de que la población comienza a abandonar la ciudad, no es que ya no hubiera hierro, sino que la tecnología romana ya no alcanzaba las profundidades para obtener el metal”, detalla.
Respecto a los edificios, las casas están derruidas, totalmente vacías, “porque la gente se fue”. Schattner describe Munigua como “una ciudad como muchas otras mineras, que nacen gracias a las minas o al metal que tienen, experimentan una subida muy rápida de crecimiento, de construcción de edificios… Pero después de agotar o no alcanzar el mineral, entran en descenso muy rápidamente”. Concretamente, en el siglo II y III ya no se construye nada más en Munigua sino que “todo lo que ya había se utiliza, pero no hay nada nuevo, hasta el abandono de la ciudad al final del siglo XII”.