1.- “Almorzando en un rascacielos”, Charles C. Ebbets, 1932
Una de las fotografías más famosas de la historia es la que tomó Charles C. Ebbets en lo alto de un rascacielos. La foto en cuestión es “Lunch atop a Skyscraper”, o sea Almuerzo en lo alto de un rascacielos. La foto fue tomada en 1932 durante la construcción del GE Building en el Rockefeller Center, de Nueva York.
En ella vemos a 11 trabajadores comiendo su almuerzo, pero lo raro es donde están sentados, sobre una viga a cientos de metros del suelo. Ebbets tomó la foto un 29 de septiembre de 1932 y apareció en el New York Herald Tribune en el suplemento de fotografía del domingo 2 de octubre. Los obreros estaban construyendo el piso 69 del Edificio GE, durante los últimos meses de la construcción.
2.- “La chica del Napalm”, Huynh Cong Ut, 1972
Esta fotografía fue tomada el 8 de junio de 1972 cuando un avión de Vietnam del Sur bombardeó con napalm la población de Trang Bang. La niña del centro de la foto se llama Kim Phuc y está escapando junto con sus primos del bombardeo. Va desnuda, porque el napalm le había consumido sus ropas.
El autor de esta fotografía, es el vietnamita Nick Ut, ganador de un Pulitzer. Después de sacar la foto llevó a Kim a un hospital, donde pasó 14 meses recuperándose. Nadie esperaba que Kim Phuc sobreviviese. Quemaduras de tercer grado cubrían la mitad de su cuerpo y necesitaría muchas intervenciones y años de terapia.
A los dos años, contra todo pronóstico y con la ayuda de los médicos que se dedicaron a su cuidado, fue capaz de volver a su aldea.
Es una de las mejores fotografías de la historia por el impacto que causó. A día de hoy la gente continúa hablando de ella; incluso su autor sigue recibiendo comentarios referentes a ella cuando va a su visita anual a Vietnam. Comentan que allí la gente le dice: “Nik, tu foto cambió la guerra”. (Aún no siendo Nik su nombre, se le llegó a conocer por él).
3.- “Acechando la muerte”, Kevin Carter, 1994.
En 1994, el fotógrafo documentalista sudanés Kevin Carter ganó el premio Pulitzer de fotoperiodismo con una fotografía tomada en la región de Ayod (una pequeña aldea en Sudán), que recorrió el mundo entero. En la imagen puede verse la figura esquelética de una pequeña niña, totalmente desnutrida, recostándose sobre la tierra, agotada por el hambre, y a punto de morir, mientras que en un segundo plano, la figura negra expectante de un buitre se encuentra acechando y esperando el momento preciso de la muerte de la niña. Cuatro meses después, abrumado por la culpa y conducido por una fuerte dependencia a las drogas, Kevin Carter se quitó la vida.
4.- “La niña afgana”, Steve McCurry, 1984
Sharbat Gula fue fotografiada cuando tenía 12 años por el fotógrafo Steve McCurry, en junio de 1984. Fue en el campamento de refugiados Nasir Bagh de Pakistán durante la guerra contra la invasión soviética. Su foto fue publicada en la portada de National Geographic en junio de 1985 y, debido a su expresivo rostro de ojos verdes, la portada se convirtió en una de las más famosas de la revista. Sin embargo, en aquel entonces nadie sabía el nombre de la chica. El mismo hombre que la fotografió, Steve McCurry realizó una búsqueda de la joven que duró 17 años. El fotógrafo realizó numerosos viajes a la zona hasta que, en enero de 2002, encontró a la niña convertida en una mujer de 30 años y pudo saber su nombre. Sharbat Gula vive en una aldea remota de Afganistán, es una mujer tradicional pastún, casada y madre de tres hijos. Ella había regresado a Afganistán en 1992. Nadie la había vuelto a fotografiar hasta que se reencontró con McCurry y no sabía que su cara se había hecho famosa. La identidad de la mujer fue confirmada al 99,9% mediante una tecnología de reconocimiento facial del FBI y la comparación del iris de ambas fotografías.
5.- “El hombre del tanque de Tian’anmen”, Jeff Widener, 1989
También conocido como el Rebelde Desconocido, éste fue el apodo que se atribuyó a un hombre anónimo que se volvió internacionalmente famoso al ser grabado y fotografiado en pie frente a una línea de varios tanques durante la revuelta de la Plaza de Tian’anmen de 1989 en la República Popular China. La foto fue tomada por Jeff Widener, y se transmitió esa misma noche siendo titular en cientos de periódicos, noticieros y revistas de todo el mundo. El hombre se mantuvo sólo y en pie mientras los tanques se le aproximaban, sosteniendo dos bolsas similares una en cada mano.
Mientras los tanques iban disminuyendo la marcha, él hacía gestos para que se fueran. En respuesta, el tanque situado en cabeza de la columna intentó sortearlo; pero el hombre se interpuso repetidamente en su camino, demostrando una tenacidad y resistencia enormes. En Occidente, las imágenes del rebelde fueron presentadas como un símbolo del movimiento democrático chino. Un joven arriesgando la vida para oponerse a un escuadrón militar. Dentro de China, la imagen fue usada por el gobierno como símbolo del cuidado de los soldados del Ejército Popular de Liberación para proteger al pueblo chino: a pesar de las órdenes de avanzar, el conductor del tanque rechazó hacerlo si eso implicaba dañar a un sólo ciudadano.
6.- ”El Beso” Alfred Eisenstaedt, 1945
El 14 de agosto de 1945 las tropas aliadas vencen a Japón provocando su rendición, con ello, llega el fin de la II Guerra Mundial. La gente poseída de la euforia general, sale a las calles a celebrarlo, un marino toma por la cintura a una enfermera desconocida, besándola.
En ese instante el ojo atento del fotógrafo Alfred Eisenstaedt, toma esta instantánea que quedó registrada como icono del fin del conflicto bélico más sangriento de la historia.
7.- “La agonía de Omayra”, Frank Fournier, 1985
Omayra Sánchez fue una niña víctima del volcán Nevado del Ruiz durante la erupción que arrasó al pueblo de Armero, Colombia en 1985. Omayra estuvo 3 días atrapada en el fango, agua y restos de su propia casa. Tenía 13 años y durante el tiempo que se mantuvo atorada siempre estuvo encima de los cuerpos de sus familiares. Cuando los socorristas intentaron ayudarla, comprobaron que era imposible, ya que para sacarla necesitaban amputarle las piernas, sin embargo carecían de cirugía y podría fallecer. La otra opción era traer una moto-bomba que succionará el cada vez mayor fango en que estaba sumergida. La única moto-bomba disponible estaba lejos del sitio, por lo que sólo podían dejarla morir. Omayra se mostró fuerte hasta el último momento de su vida, según los socorristas y periodistas que la rodearon.
Durante los tres días, estuvo pensando solamente en volver al colegio y en sus exámenes. El fotógrafo Frank Fournier, hizo una foto de Omayra que dio la vuelta al mundo y originó una controversia acerca de la indiferencia del Gobierno colombiano respecto a las víctimas. La fotografía se publicó meses después de que la chica falleciera. Muchos ven en esta imagen de 1985 el comienzo de lo que hoy llamamos Globalización, pues su agonía fue seguida en directo por las cámaras de televisión y retransmitida a todo el mundo.
8.- Nagasaki, Fuerza aérea de EE.UU., 1945
La primera bomba atómica fue detonada el 6 de agosto en Hiroshima (Japón), tuvo consecuencias realemente catastróficas; llegando a matar a unas 80.000 personas. El 9 de agosto otra bomba fue lanzada sobre Nagasaki. Los efectos de la segunda bomba fueron aún más devastadores, nada menos que 150.000 personas fueron víctimas de ella.
Aún siendo impactante los daños causados en el momento de la detonación, el verdadero daño tuvo lugar a largo plazo debido a la radiación. Esta toma, además de ser una de las mejores fotografías de la historia, es también una de las más sobrecogedoras.
9.- “Asesinato de un Vietcong, por un jefe de policía” Eddie Adams, 1968
Esta fotografía de un oficial disparando en la cabeza a un prisionero esposado no sólo ganó un Premio Pulitzer en 1969, sino que también hizo que la actitud de los estadounidenses con respecto a la guerra de Vietnam cambiara. Esta foto no sólo consiguió el fin de una guerra sino que arruinó una vida. Como el fotógrafo Eddie Adams escribió una vez: “ La fotografía es el arma más poderosa del mundo“.
Lo que esta imagen no revela es que el hombre que está siendo disparado era el capitán del Vietcong; del frente nacional de liberación de Vietnam, que había ejecutado a docenas de civiles desarmados ese mismo día.
De todos modos, se convirtió instantáneamente en un símbolo de la barbarie de la guerra, y el oficial que apretó el gatillo fue visto por todos a partir de ese momento como el icono del villano.
Lamentablemente, el legado de esta fotografía persiguió al oficial para el resto de su vida. El autor de la fotografía se sintió tan mal por las consecuencias que se disculpó por haberla tomado, admitiendo: “El general mató al Vietcong, pero yo maté al general con mi cámara”.
10.- ”El cadáver del Che Guevara”, Freddy Alborta, 1967
El Che Guevara se ha convertido en el patrón de los revolucionarios. Más que un hombre fue un mito, cuya reputación se debió no tanto a por como vivió sino a por cómo murió. El Ejército boliviano ejecutó al combatiente argentino-cubano el 9 de octubre de 1967 en la localidad de La Higuera, y luego exhibió sus restos en Vallegrande ante la prensa y los habitantes del lugar.
Ellos querían probar al mundo que el Che estaba muerto, esperando que su movimiento político terminase con él, pero matando al hombre, sólo consiguieron que naciera una leyenda.
Esta fotografía de Che Guevara sin vida, en la que parece como si estuviera mirando a su alrededor; circuló por todo el mundo. No pasó inadvertida por los manifestantes revolucionarios, que a consecuencia de ella crearon el eslogan: ¡El Che Vive!
Gracias a esta foto, el Ché fue encumbrado como un mártir de la causa socialista.
11.- “Monje en llamas”, Malcolm Browne, 1963
Como protesta al gobierno del presidente Diem y a las reformas poco fiables de Vietnam, los monjes budistas recurrieron a la inmolación.
En la fotografía se puede ver a Thich Quang Duc; un monje budista Mahayana. Este se quemó vivo en las afueras de Saigón, principalmente debido al duro trato que recibieron sus compañeros budistas a manos del gobierno Vietnamita del Sur.
Este acto de inmolación aumentó la presión sobre el gobierno, por la implementación de sus reformas en el Sur de Vietnam. Más monjes siguieron los pasos de Duc, hasta que finalmente el presidente Diem fue asesinado en Noviembre de 1963.
12.- ”Madre Migrante”, Dorothea Lange, 1936
Para muchos, Florence Owens Thompson es la cara de la Gran Depresión, gracias a la legendaria fotógrafa Dorothea Lange. Ella hizo esta fotografía mientras visitaba un campamento de California en febrero de 1936. Con esta imagen, representó como hacía frente esta orgullosa nación a tiempos tan desesperados.
Thompson de 32 años, era una madre de siete hijos, que además había perdido a su marido debido a la tuberculosis. Su familia se alimentaba de las aves cazadas por sus hijos y de las verduras robadas en un campo cercano.
El impacto de la foto fue asombroso. La cara de angustia de Thompson fue publicada en todos los periódicos, y desencadenó una protesta masiva, que consiguió que los políticos de la administración federal enviaran comida y provisiones.
13.- “Playa de Omaha, Normandía, Francia” Robert Capa, 1944
El fotógrafo de guerra, Robert Capa solía decir: “Si tus fotos no son lo suficientemente buenas, es que no estás lo bastante cerca”. Sus fotos más memorables fueron tomadas en la mañana del Día D, el 6 de junio de 1944, cuando aterrizó junto a las primeras oleadas de infantería en la playa de Omaha.
Atrapado bajo un intenso fuego, Robert Capa se puso a cubierto como pudo, disparó con su cámara hasta que se le acabó la película y logró salir con vida. De los 4 rollos que gastó aquel día, sólo 11 fotografías pudieron ser salvadas, el resto fueron arruinadas por un asistente de laboratorio demasiado ansioso, que veló los carretes debido a las prisas por cumplir con un plazo de entrega.
Más de 50 años más tarde, el director Steven Spielberg hizo grandes esfuerzos por reproducir este “error” en su secuencia del desembarco de Normandía en “Salvar al soldado Ryan”, incluso quitó el recubrimiento de las lentes de su cámara para reproducir el efecto de las fotos de Robert Capa.
14.- ”Hindenburg”, Murray Becker, 1937
Gracias al poder de las imágenes, la explosión del dirigible Hindenburg el 6 de mayo de 1937, consiguió destruir la industria de los vuelos en Zeppelin. Este terrible accidente tuvo el dudoso honor de ser el desastre por excelencia del siglo XX.
Sin embargo, el accidente no fue tan desastroso, de las 97 personas que iban a bordo, sobrevivieron 62. Además no fue ni el accidente de Zeppelin más grave del siglo 20, pero había 22 fotógrafos, reporteros e informativos en el momento en el que la aeronave cayó al suelo en Lakehurst, Nueva Jersey.
La publicidad mundial de este desastre tan documentado destruyó la confianza de la sociedad en los Zepelines, que hasta ese momento, eran considerados la forma más segura de viajar por aire. Ese mismo año, se dejó de usar los dirigibles como medio de transporte de pasajeros.
15.- “Gandhi y la rueca”, Margaret Bourke-White, 1946
Este retrato, de una de las figuras más influyentes del siglo XX, fue muy difícil de conseguir, debido a las estrictas exigencias de Mahatma. Si la empleada de Life, Margaret Bourke-White quería conseguir la foto de Gandhi con la rueca (símbolo de la lucha de la India por la independencia) primero tenía que aprender a usarla.
Pero eso no fue todo. Además de que Gandhi en ese momento estaba en su día de silencio, odiaba la luz brillante, por lo que Bourke- White sólo podía utilizar el flash 3 veces, y esta foto la consiguió al tercer intento. El tiempo en la India había hecho estragos en su equipo fotográfico, pero aún con todas estas dificultades, Margaret consiguió la imagen más imperecedera de Gandhi, y una de las últimas de su vida, ya que fue asesinado 2 años más tarde.