Querido profes@r‍‍

Mi nombre es Raquel y el motivo de estas palabras no es otro sino RECONOCER Y AGRADECER su gran labor docente en estos meses de pandemia. 

Confinados desde sus casas y haciendo uso de la tecnología  disponible, han llegado, dentro de sus posibilidades, a cada casa de sus alumnos.  Estando disponible por sus correos y números personales todo el tiempo. No ha habido horarios ni días de descanso.

Muchos días casi no se han levantado de la silla ni despegado su vista de la pantalla del ordenador. Dando clases, resolviendo dudas, animando, corrigiendo… sin olvidar, la importante atención personal y humana a los padres y alumnos. 

Aunque la tecnología cumple su papel, son INSUSTITUIBLES. Una máquina no puede sustituir de manera presencial a un profesor : sus valores, forma de enseñar, cariño y humanidad. 

Personalmente, tengo muy buenos recuerdos de mis profesores de  época de estudiante. No solo me transmitieron conocimientos sino valores y recursos para la vida. Cosas que no están escritas en ningún libro.

Un buen educador infunde confianza en sus alumnos y convierte el aprendizaje en una tarea fascinante. 

“Un solo día con un buen maestro es mejor que mil días de estudio concienzudo.”

“El  estudiante no está por encima de su maestro, pero todo el que esté perfectamente instruido será como su maestro”

Muchas gracias y valoremos más a los profesores 

Un fuerte abrazo 

Raquel Borreguero Pinto Amaya